El sildenafil es un medicamento que se utiliza principalmente para tratar la potenciar la erección en los hombres, aunque también se emplea en el tratamiento de la hipertensión arterial pulmonar. Su nombre comercial más conocido es Viagra, aunque existen muchas versiones genéricas disponibles.
El sildenafil actúa como un inhibidor de la enzima fosfodiesterasa tipo 5 (PDE5). Esta enzima interviene en la regulación del flujo sanguíneo en el cuerpo. Al bloquear su acción, el sildenafil permite que los vasos sanguíneos se relajen y se dilaten, lo que mejora el flujo de sangre hacia determinadas zonas del cuerpo, en especial hacia el pene durante la estimulación sexual. Es importante señalar que el medicamento no causa una erección por sí solo, sino que requiere de estimulación sexual para ser efectivo.
En el tratamiento de la hipertensión arterial pulmonar, el sildenafil mejora la capacidad de ejercicio y reduce los síntomas al relajar los vasos sanguíneos de los pulmones, facilitando así el paso de la sangre y reduciendo la presión arterial en esa zona.
El medicamento suele tomarse por vía oral, y su efecto puede comenzar entre 30 a 60 minutos después de su ingestión, con una duración de hasta 4 horas. No se recomienda su uso más de una vez al día.
Entre los efectos secundarios más comunes se encuentran dolor de cabeza, enrojecimiento facial, indigestión, visión borrosa y congestión nasal. No es recomendable para personas que toman nitratos o que padecen ciertas condiciones cardíacas.